Me he enterado que José está en mi ciudad estos días, ahora tengo de nuevo la obsesión de encontrármelo.
Quiero salir de mi casa y suponer que puede estar en cualquier esquina o calle, en cualquier rincón, restaurante, cine, perdido.
Cuando en fechas navideñas estabamos los dos en la misma ciudad pensaba en eso... nunca nos encontramos. Fueron cerca de 15 días de coincidencia y nunca nos encontramos.
Ahora solo es un día el que queda.
Y ya quiero ir a la calle, sin motivo aparente a caminar y buscar sin rumbo el lugar donde me lo pueda cruzar y al menos decir "hola".
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